

Una correcta alimentación es fundamental para mejorar el rendimiento académico. Pero en nuestro comedor escolar no solo buscamos que el menú sea equilibrado, sino que educamos a nuestros alumnos, haciéndoles más autónomos y ayudándoles a que disfruten ese momento de la comida. Una de las frases más repetidas por las familias es “mi hijo en casa no quiere comer, ¿qué puedo hacer?”.
En nuestro centro son los propios profesores y tutores de los niños los que se encargan de supervisar este servicio, porque la educación también es fundamental a la hora de sentarse a la mesa. Nuestros docentes les ayudan a:
En la escuela infantil también cobra especial importancia el paso de puré a sólido, ya que algunos niños cuando empiezan el colegio todavía no han superado esta etapa. ¿Cómo se hace? En el comedor escolar, los profesores les van ofreciendo el sólido poco a poco. De esta manera, los alumnos empiezan a descubrir nuevas texturas y van, paulatinamente, tolerando estos alimentos. Eso sí, se mantiene el refuerzo de la comida que corresponda en puré hasta que completen este proceso. Y lo mismo sucede con la fruta en las meriendas.
El acto de comer es un hábito, y como tal hábito se puede «educar».
Como mencionamos en el primer punto, uno de nuestros objetivos es que nuestros alumnos lleven una alimentación equilibrada y sana. Que prueben alimentos nuevos y diferentes, pero saludables y nutritivos: brócoli, salmón, lentejas, cremas de verduras, pollo asado, etc.
En el centro, el menú se elabora de manera diaria y está revisado por una experta nutricionista. Con ello nos aseguramos que es adecuado desde el punto de vista nutricional. El menú se puede consultar en nuestra web y en nuestra intranet. Así las familias también pueden planificar las cenas y complementar la dieta en función de dicho menú.
También contamos con personal de cocina propio del centro, que elabora la comida a diario en nuestra cocina. Dicho personal, tiene en cuenta a diario las alergias de nuestros alumnos para elaborar una comida alternativa.
Queremos que nuestros alumnos aprendan a comer bien, de forma saludable y variada. Por ello, cuando los alumnos van cumpliendo adecuadamente algunas de las pautas, lo más importante es el refuerzo positivo.
En el centro, además del día del celiaco, también celebramos en ocasiones jornadas gastronómicas de otros países. De este modo conseguimos trabajar los atributos del perfil del IB como son mentalidad abierta, audaces, indagadores… ya que aprenden a aceptar y respetar otras culturas. En 2020, antes de que nos asaltase la pandemia, en nuestros teachers organizaron la semana de América, y entre otras actividades, nuestros alumnos pudieron degustar un auténtico menú americano.
También antes de la covid-19, el departamento de francés y alemán organizaba con sus alumnos a final de curso unas jornadas en las que los propios estudiantes eran los encargados de preparar comida típica de esos países para compartirla con sus compañeros.
Conoce nuestra metodología y nuestras instalaciones: las aulas, el comedor, el polideportivo, la piscina…