Vivimos en un mundo hiperconectado, donde las redes sociales, la mensajería instantánea y las plataformas digitales forman parte del día a día de los adolescentes. En Casvi Boadilla integramos el uso de la tecnología en las aulas para favorecer un acercamiento saludable, pero ¿cómo afecta esta digitalización al desarrollo personal, emocional y social de los más jóvenes?
¿CÓMO HA CAMBIADO LA COMUNICACIÓN EN LOS ADOLESCENTES?

Hoy en día, los adolescentes no conciben su vida sin un dispositivo móvil. La mayor parte de sus interacciones ya no ocurre cara a cara, sino a través de pantallas: envían memes en lugar de gestos, reacciones en lugar de palabras, y mensajes de voz en lugar de conversaciones presenciales.
Esta transformación tiene aspectos muy positivos. Las redes sociales, por ejemplo, permiten a los adolescentes expresarse, compartir sus intereses y crear comunidades más allá del entorno físico. Además, la comunicación digital potencia la creatividad, facilita el acceso a información y refuerza la identidad.
Sin embargo, también plantea nuevos retos: malentendidos por falta de lenguaje no verbal, dependencia constante de la validación online o dificultad para desconectar del entorno digital. A menudo, los adolescentes experimentan ansiedad social, presión por la imagen o incluso aislamiento pese a estar siempre «conectados».
Por eso, comprender cómo se comunican hoy en día es el primer paso para ayudarles a hacerlo de forma más saludable y segura.
COMUNICACIÓN DIGITAL SALUDABLE: CLAVES PARA ACOMPAÑAR DESDE CASA Y DESDE EL AULA
Las habilidades comunicativas siguen siendo fundamentales en la vida de cualquier persona, incluso cuando ocurren en una pantalla. Acompañar a los adolescentes en este proceso no significa prohibir, sino educar y guiar en el uso responsable de la tecnología.
Estas son algunas estrategias para fomentar una comunicación digital saludable:
- Habla sobre sus hábitos digitales: Muestra interés por las plataformas que usan, qué les gusta compartir o con quién se comunican. Escuchar sin juzgar genera confianza.
- Ayúdales a identificar riesgos: Ciberacoso, sexting, fake news o dependencia digital son temas que deben poder abordar con adultos de referencia.
- Fomenta la empatía también en línea: Recordar que hay personas reales detrás de cada pantalla ayuda a evitar conflictos o comportamientos hirientes.
- Establece momentos sin pantallas: La desconexión digital también es necesaria. Favorece espacios familiares de conversación, juegos o actividades sin móviles.
- Da ejemplo: Los adultos también tenemos que revisar cómo nos comunicamos en redes. Modelar un uso equilibrado tiene más impacto que mil discursos.
En definitiva, no se trata de volver al pasado, sino de adaptar las herramientas del presente para que sirvan al desarrollo emocional y social de los jóvenes.
En Casvi Boadilla promovemos una educación que va más allá del contenido académico. Nuestros programas de habilidades sociales, educación emocional y ciudadanía digital se comprometen con que los alumnos aprendan a comunicarse de forma consciente, respetuosa y empática en todos los entornos.