El huerto escolar de Casvi Boadilla inicia una nueva temporada de otoño. Un espacio de aprendizaje vivo que fomenta la sostenibilidad, el respeto por el entorno y el trabajo en equipo desde las primeras etapas educativas.
EL HUERTO ESCOLAR COMO AULA AL AIRE LIBRE
En Casvi Boadilla, el huerto escolar es mucho más que un espacio verde dentro del centro. Es un recurso que forma parte activa de nuestro proyecto educativo. Con la llegada del otoño, el alumnado se implica en las tareas de preparación del terreno, plantación y seguimiento del crecimiento de distintas especies vegetales.
A través de esta experiencia práctica, nuestros estudiantes desarrollan conocimientos relacionados con la ciencia, la alimentación saludable y el cuidado del medio ambiente. Pero, sobre todo, aprenden a través de la observación directa y la experimentación, en un entorno que estimula todos los sentidos.
APRENDER EN CONTACTO CON LA NATURALEZA
El huerto escolar permite que los alumnos vivan de cerca los ciclos de la naturaleza. En un contexto marcado por la tecnología, trabajar la tierra y ver crecer lo que se siembra se convierte en una experiencia valiosa que refuerza su conexión con el mundo natural.
Este tipo de actividades no solo refuerzan contenidos curriculares, sino que promueven valores como la paciencia, la constancia, la responsabilidad y el respeto. Además, el trabajo colaborativo en el huerto favorece la convivencia y el espíritu de cooperación entre compañeros.
EDUCACIÓN AMBIENTAL DESDE LA PRÁCTICA
El huerto escolar en Casvi Boadilla está presente en diferentes niveles educativos. Las actividades se adaptan a la edad de los alumnos, integrándose en distintas áreas del currículo.
El objetivo es claro: educar en sostenibilidad desde la vivencia directa, fomentando una conciencia ecológica que los alumnos podrán trasladar a su vida cotidiana. Sembrar, cuidar, esperar y recolectar: cada paso en el huerto es una lección de vida.
Por ello en Casvi Boadilla, y mediante nuestro proyecto Eco Casvi, llevamos a cabo el creemos que el aprendizaje más valioso es el que se construye con las manos, la mente y el corazón. Por eso, apostamos por proyectos como el huerto escolar, que unen conocimiento y conciencia.
