El aprendizaje colaborativo en el aula es una manera de aprender en equipo. En él, los alumnos se dividen en pequeños grupos, con conocimientos y habilidades similares, para poder completar una tarea asignada.
En este tipo de metodología, el profesor adquiere un papel de guía e interviene sólo en caso de considerarlo necesario.
¿En qué consiste el aprendizaje colaborativo?
Para comenzar, los alumnos encuentran, en el aprendizaje colaborativo, una mayor responsabilidad individual en cada una de las tareas que les han sido asignadas, así como la responsabilidad grupal.
Por otro lado, los alumnos entrenan la inteligencia emocional y, más en concreto, la interpersonal. Los alumnos tienen que aprender a tomar decisiones , coordinarse con el equipo y organizar las entregas.
Es frecuente, además, que el grupo muestre una interdependencia positiva ya que todos dependen unos de otros. Por lo tanto, verás cómo el esfuerzo de cada miembro va a beneficiar a todo el equipo.
Ejemplos de aprendizaje colaborativo
Dentro de la clase hay muchas ocasiones para poner en práctica el aprendizaje colaborativo. Lo más importante es que se genere una atmósfera de interdependencia positiva,
Un claro ejemplo para lograr el aprendizaje colaborativo dentro del aula son los debates en grupo. Se trata de un tipo de actividad donde el profesor deberá formar varios grupos de alumnos y pedirles que se preparen un debate con una posición en concreto. Los alumnos tendrán que buscar información, seleccionar bien los argumentos y preparar cada una de sus intervenciones.
Otro ejemplo sería hacer un trabajo basado en un proyecto durante varias semanas. Para esta actividad, deben organizar con tiempo cada una de las entregas. Así, no sólo trabajarían en la materia, sino en sus relaciones y habilidades de negociación. Es algo conocido como aprendizaje basado en proyectos, o ABP y es una forma perfecta de explorar temas de actualidad en grupo.
Por último, el profesor puede plantear un juego didáctico donde los alumnos tengan que organizarse entre ellos con poco tiempo. Por ejemplo, un juego didáctico donde tendrán que encontrar una solución con un límite establecido de tiempo.
Objetivos de aprendizaje colaborativo
Existen diversos objetivos que se pueden cumplir a través del trabajo colaborativo.
- Incentiva el pensamiento crítico. Uno de los principales beneficios del aprendizaje colaborativo es que incentiva el pensamiento crítico y la resolución de conflictos.
- Aumenta la retención del conocimiento. Ayuda a que los alumnos retengan mejor la información ya que tienen oportunidades de debatir y aplicar conceptos en un entorno solidario.
- Desarrolla habilidades sociales. Esta metodología promueve el desarrollo de habilidades sociales como la comunicación, el trabajo en equipo o el liderazgo entre los miembros del equipo.
- Aprendizaje activo. Los estudiantes se involucran directamente, algo que les permite tomar responsabilidad por su propio avance.
- Diversidad e inclusión. Es lo que promueve el aprendizaje colaborativo al incorporar perspectivas y experiencias diversas durante todo el proceso.
- El aprendizaje colaborativo fortalece la creatividad a través de sus actividades ya que dan a los estudiantes la oportunidad de generar nuevas ideas y soluciones.
- Rendimiento académico. Supone una gran mejora en el rendimiento académico que se genera a partir de que los estudiantes aprenden unos de otros y reciben retroalimentación de todos los involucrados en el proceso.
El papel docente
En el proceso del aprendizaje colaborativo, el docente se convierte en un guía del alumnado. El profesor expone la tarea que deben realizar y son los alumnos quienes gestionan, de una forma libre, el trabajo. En caso de presentar algún tipo de dificultad, el profesor les ayuda, pero no toma ningún tipo de decisión previa.
Además, el profesor, por medio de roles o sin ellos, establece las conductas esperadas dentro del grupo: participación de todos los miembros, no ausentarse del grupo, parafrasear las ideas interesantes…lo que impulsa sus habilidades sociales.