¿Quién está detrás del éxito educativo en Casvi Boadilla?

Nuestro querido jefe de estudios de Casvi Boadilla, Don Ángel Luis María, ha dirigido unas palabras a nuestros alumnos y familias. Esta carta no solo marca el comienzo de una nueva etapa, sino que refleja el enfoque humano y pedagógico con el que trabajamos cada día.

«Estimadas familias, querido alumnado:

El inicio de un nuevo curso escolar siempre viene acompañado de emociones diversas: ilusión, nervios, expectativas y, sobre todo, esperanza. Para quienes os incorporáis por primera vez a nuestro centro, daros la bienvenida y estoy seguro que esta etapa marcará el comienzo de una experiencia que irá mucho más allá del aspecto académico. Es un punto de partida hacia el crecimiento personal, el descubrimiento y la construcción de vínculos que, en muchos casos, perdurarán para siempre.

Nuestro colegio no es únicamente un lugar donde se imparten materias; es un espacio donde cada uno tendrá la oportunidad de desarrollarse como persona, de aprender a convivir, de equivocarse y volver a empezar, de compartir, de superar retos y de celebrar logros, por pequeños que sean. Aquí, el conocimiento va de la mano de los valores, y el aprendizaje se entiende como un proceso integral que pone en el centro a quien aprende.

A las familias, quiero daros las gracias por la confianza que depositáis en nosotros. Vuestra implicación es fundamental para que esta experiencia de vida sea plena. Os animo a que participéis activamente en la vida del colegio, que os sintáis parte de él, y que nos veáis siempre como aliados en la tarea más importante que compartimos: acompañar a vuestros hijos e hijas en su camino hacia el logro de su autonomía, responsabilidad y pensamiento crítico.

Familia y colegio debemos ser el mejor equipo, teniendo confianza mutua, una comunicación fluida y sincera, siendo comprometidos con los principios y valores de nuestro proyecto educativo y coherentes en nuestro día a día, ya que somos su ejemplo, y todo ello educando desde el corazón, con cariño y exigencia a la vez, así su desarrollo emocional será el adecuado y formaremos adultos con relaciones interpersonales satisfactorias.

La educación es más efectiva cuando escuela y familia remamos en la misma dirección.

El éxito educativo no se mide únicamente por las calificaciones. Se refleja en la actitud con la que afrontamos los desafíos, en la capacidad de trabajar en equipo, en el respeto hacia los demás y en el deseo de aprender por el simple placer de descubrir. Por eso, desde el primer día, tratamos de construir un ambiente donde cada alumno se sienta escuchado, valorado y seguro. Porque solo desde el bienestar emocional es posible avanzar académicamente.

A quienes os incorporáis por primera vez, os animo a que entréis por nuestras puertas con la mente abierta y el corazón dispuesto. No tengáis miedo a equivocaros, aquí, el error no es un fracaso, sino una oportunidad para mejorar. Participad, preguntad, implicaros, cada día es una ocasión para crecer.

Permitidme también ofreceros algunos consejos sencillos pero valiosos para los alumnos: sed constantes, organizad vuestro tiempo, no dejéis todo para el último momento y, sobre todo, no tengáis miedo de pedir ayuda. Vuestros tutores, profesores y compañeros están aquí para apoyaros.

Iniciamos juntos un curso lleno de posibilidades. Cada alumno trae consigo una historia, unas fortalezas, unas inquietudes, y también unas metas. Nuestra responsabilidad —como equipo educativo— es ayudar a cada uno a encontrar su camino, respetando su ritmo y potenciando lo mejor de sí mismo. Tenemos por delante un año para aprender, para construir, para compartir. Un año en el que, entre todos, haremos de esta experiencia educativa algo que merezca ser recordado.

Bienvenidos a vuestro colegio.»