

El aprendizaje colaborativo en Casvi Boadilla es una técnica que fomenta el aprendizaje a través de grupos de trabajo pequeños, en el que los niños y jóvenes usan su conocimiento para entender mejor el contenido de una asignatura en concreto.
De este modo, cada alumno es responsable tanto de su propio conocimiento como el de ayudar al resto de compañeros.
Durante los años 60, David y Roger Johnson, dos hermanos y profesores en la Universidad de Minnesota, comenzaron a investigar si el aprendizaje individualista era la mejor opción para aprender. Pero se dieron cuenta de que cuando los estudiantes trabajaban de forma conjunta, colaborando unos con otros, el resultado era mucho mejor para ellos.
El aprendizaje colaborativo trabaja cinco elementos básicos: interdependencia positiva, responsabilidad individual, interacción motora, habilidades sociales y procedimiento de grupo.
A lo largo del aprendizaje colaborativo, el profesor es un guía para los estudiantes. Expone la tarea a realizar y los alumnos deben organizar y llevar a cabo el proceso de forma independiente, recurriendo a él cuando se presenten dificultades o cualquier pregunta.
Debe ser alguien motivador que ofrece a sus estudiantes las experiencias necesarias. Además, tiene que darles a sus alumnos el tiempo que necesiten para reflexionar sobre los procesos de aprendizaje, mientras les ofrece un feedback.
Esta metodología se puede llevar a cabo desde las primeras etapas educativas y en todas las asignaturas. Es necesario también seguir una serie de pasos:
El aprendizaje colaborativo permite a los estudiantes desarrollar habilidades de razonamiento superior y de pensamiento crítico.
Los alumnos consiguen dominar ese conocimiento concreto y desarrollar la capacidad de trabajo en equipo.